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Sanidad reúne a industria, consumidores, legisladores y fuerzas y cuerpos de seguridad para abordar el control del fraude alimentario

La directora general de Salud Pública, Ruth Usó, ha destacado este miércoles que “el fraude en la cadena agroalimentaria puede tener graves consecuencias para la seguridad alimentaria y suponer una amenaza para la salud pública, además de que suele generar bastante alarma social”.

No obstante, Usó ha puesto en valor que en la Comunitat Valenciana “se disfruta de un alto grado de seguridad alimentaria gracias a todo el trabajo de control oficial que se realiza y que persigue eliminar o reducir el riesgo de enfermedad por consumo de alimentos inseguros”.

La directora general ha realizado estas declaraciones en la inauguración de la jornada sobre ‘Control del fraude alimentario’, que ha reunido a representantes del ámbito jurídico, de la innovación tecnológica, de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, así como de las asociaciones de fabricantes, distribuidores y consumidores.

Ruth Usó ha recordado la obligatoriedad de realizar controles oficiales, tal y como recoge el Reglamento de la Unión Europea 2017/625, como parte importante contra las prácticas fraudulentas y engañosas en la cadena agroalimentaria, para detectar posibles infracciones intencionadas de las normas.

En este sentido, Usó ha manifestado que “el fraude se realiza siempre de forma intencionada por lo que, si se sospecha o identifica una práctica fraudulenta o engañosa, se debe dar traslado a la Fiscalía o a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado”.

Según Ruth Usó, “debido a la dificultad de detectar estas prácticas, ya que se realizan de forma oculta, esta jornada pretende aportar herramientas para ayudar a que el control oficial pueda distinguir entre las irregularidades cometidas al incumplir la normativa por desconocimiento o negligencia de los operadores comerciales y los incumplimientos intencionados perpetrados mediante prácticas fraudulentas o engañosas”.

Otro aspecto fundamental que se ha puesto de manifiesto es que, ante la sospecha de un fraude alimentario por parte del control oficial, se puedan llevar a cabo investigaciones de los hechos con el mayor sigilo posible, de manera que se puedan recoger las pruebas que demuestren la intencionalidad de la acción.

De este modo, en esta jornada se ha abordado el fraude alimentario desde distintos puntos de vista. Desde aspectos legislativos, a los elementos para detectar y combatir el fraude a la hora de realizar controles oficiales, así como conocer el punto de vista de la industria alimentaria y los consumidores.

De igual modo se ha querido mostrar un ejemplo práctico de colaboración entre las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado (Guardia Civil) y la Conselleria de Sanidad para garantizar el control del fraude alimentario.