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Balance agrario 2019: AVA habla de emergencia y alerta que "o hay consenso o muerte"

“La situación que atraviesan la inmensa mayoría de los agricultores y ganaderos valencianos es de auténtica emergencia agraria. El sector viene arrastrando una crisis de rentabilidad desde hace varios ejercicios pero en 2019 se ha visto recrudecida a niveles sin precedentes al coincidir las peores campañas históricas de los cítricos (campaña 2018/19), de la fruta de hueso, del aceite, del caqui y de la miel.” Así de contundente se ha mostrado hoy el presidente de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), Cristóbal Aguado, durante el balance agrario ofrecido hoy a los periodistas.

El presidente de AVA ha dicho que resulta lamentable que pese al año tan duro que ha vivido la agricultura valenciana, los políticos todavía no se hayan dado cuenta de su situación. Con una media de edad de más de 60 años, en diez años el 80% del sector ya no estará y no habrá recambio generacional si no cambia el modelo y se adecua al siglo XXI, ha avisado.

Aguado exigió al gobierno valenciano del Botànic “pisar más la tierra y menos soñar, menos pensamientos idílicos y más proximidad". Lamentó que la pasada fuera “una legislatura perdida" en la que se aprobaron la Ley de l'Horta y la de Estructuras agrarias pero, por falta de presupuesto, “acabarán en papel mojado”. La Comunitat Valenciana es "líder" en el abandono de campos, en baja renta agraria, en baja inversión de la Confederación Hidrográfica del Júcar, en la más baja compensación de la Política Agraria Común (PAC), y en el bajo presupuesto de la Generalitat. Por ello, el presidente de AVA-ASAJA solicitó “un planteamiento nuevo de negociación con el sector tanto del Gobierno central como del autonómico para dotar con suficientes fondos las iniciativas que el campo necesita. O consenso o muerte”.

Durante el balance también se hizo hincapié en la necesidad de que tanto la Generalitat Valenciana como el gobierno central se planten en la Unión Europea para “defender los intereses de la agricultura mediterránea, que pinta muy poco en Europa”. Aguado reiteró su exigencia de pedir “reciprocidad” a las importaciones agroalimentarias de terceros países y subrayó que “nos han estafado con el veto ruso, ya que han incumplido las promesas de compensar con nuevos mercados una pérdida tan importante como es Rusia”.

La elevada siniestralidad registrada en el campo valenciano con pérdidas totales de 350 millones de euros –debido a los temporales de helada, granizo, viento y la gota fría de septiembre–; la incertidumbre exterior generada por los aranceles de Estados Unidos, el acuerdo con Mercosur o el Brexit; y la criminalización del impacto ambiental del sector por parte de movimientos ecologistas, veganos y animalistas han contribuido a agravar el curso agrario.

Sobre su relación con la consellera Mireia Mollà, de Compromís, ha avanzado que "nos hemos reunido en dos ocasiones para hablar y hablar pero no avanzamos". Al PSPV  le ha criticado que renunciara" en su momento a poner en marcha un plan para el sector con las organizaciones agrarias, para poder cerrar los acuerdos del Botànic.

Protocolos de erradicación de la Xylella

En relación a la Xylella fastidiosa el máximo dirigente de AVA ha afirmado que "se está perdiendo la guerra de erradicación y sólo se están eliminando los árboles contaminados debido a una "mala estrategia y planificación" y si no cambian las cosas será la "ruina" para la agricultura española y de los cítricos especialmente. Es necesario "pensar ya el camino a seguir" porque de momento estamos "a la luna de Valencia".

A su juicio, "si se hubieran dado alternativas viables a los agricultores, que las hay, hoy la Xylella estaría erradicada en Alicante". "No se ha explicado bien a los agricultores, no se les ha dado las condiciones económicas adecuadas; si se les hubiera pagado lo que decían las organizaciones agrarias y se hubiera actuado con celeridad posiblemente no se hubiera llegado donde se ha llegado".En este sentido, el Comité Ejecutivo de AVA-A

El protocolo contra la Xylella exige además eliminar todos los árboles a 100 metros de diámetro del afectado y "no se está haciendo". Además se está actuando "preferentemente" sobre campos abandonados en detrimento de los productivos y tampoco se ha puesto fecha para alcanzar el objetivo de erradicación. "Parece más contención que erradicación", ha puntualizado.