Desplegar fibra óptica en zonas rurales es hasta 15 veces más caro que hacerlo en ciudades
Llevar Internet de alta velocidad a los pueblos, a las áreas apartadas o peor comunicadas es uno de los grandes desafíos en el ámbito de las comunicaciones actuales y futuras. Sin embargo, extender esa infraestructura no resulta tarea sencilla cuando aparecen viviendas diseminadas, orografía adversa o instalaciones obsoletas, entre otros aspectos. En esos posibles escenarios, como es lógico, el coste se dispara.