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Productores avícolas y empresas integradoras reclaman a Conselleria de Agricultura medidas para compensar los altos costes de producción

LA UNIÓ Llauradora i Ramadera y la Asociación Avícola Valenciana (ASAV) reclaman de forma conjunta a la Conselleria de Agricultura una serie de medidas urgentes para paliar la grave situación en la que se encuentra el sector en la Comunitat Valenciana, debido a la insostenible subida de los costes de producción que asfixia tanto a los granjeros como a las empresas integradoras. Así lo trasladaron representantes de ambas entidades en una reunión mantenida esta semana al director general de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Conselleria de Agricultura, Antonio Quintana.

Los costes actuales de producción son realmente inasumibles y por ejemplo la factura de la luz de las granjas supone en estos momentos entre un 60-70% de lo que cobra un granjero para producir un pollo. Los granjeros avícolas estudian ante ello paralizar la producción de pollos si no hay una pronta respuesta a los problemas que tienen. 

Las empresas integradoras también sufren, aparte del incremento de la factura eléctrica, la subida del coste del transporte y la de las materias primas para producir el pienso, ante el incremento de las cotizaciones de los cereales con claros movimientos especulativos. En este sentido, en solo una semana, el precio de la soja ha subido 110 euros/tonelada, pero es que en apenas un año se ha duplicado hasta alcanzar ahora un precio de 625 €/t. El trigo se cotiza casi al doble de su precio habitual y así la mayor parte de los cereales.

Productores de LA UNIÓ y empresas integradoras unen así sus fuerzas para demandar una batería de propuestas. La primera y primordial pasa porque se cumpla la Ley de la Cadena Alimentaria para evitar la venta por debajo del coste de producción, situación que ocurre en estos momentos en el sector. La gran distribución debe ser sensible a esta situación ya que hablamos de un producto básico en la cesta de la compra y no negarse sistemáticamente a pagar el producto de forma acorde a la subida de los costes productivos.

Otra de las peticiones de LA UNIÓ y ASAV pasa por bajar el IVA de la carne de pollo al 4% sin disminuir el precio del producto, para que el consumidor siga pagando lo mismo, pero se aumente el importe percibido por los distintos eslabones de la cadena (integrado e integradora).

Del mismo modo piden una línea de ayudas específicas para instalar energías renovables en granjas avícolas y reducir el coste energético. También se pide modificar el modelo energético que penaliza a aquellos que disponen de producción para autoconsumo. Sobre el tema de la energía ven con preocupación como las facturas eléctricas se han disparado a consecuencia del impuesto conocido como “tope al gas” y solicitan que se retire para los sectores agropecuarios esenciales y profesionales como el avícola que trabaja con una gran calidad, cumpliendo las exigencias de bienestar animal para producir un alimento proteico a un precio contenido para los consumidores.

Otra de las peticiones que realizan productores e integradoras es que se proteja y promocione desde las Administraciones la producción nacional sobre la de terceros países.