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LA UNIÓ pedirá en Bruselas que se incluyan las mandarinas en el Acuerdo entre la UE y Sudáfrica con pago de aranceles

LA UNIÓ de Llauradors reclamará en su visita a Bruselas de esta semana que las mandarinas se incluyan -ahora están fuera- en la revisión del acuerdo de Asociación entre la UE y el África Meridional (Sudáfrica), cuyas reuniones comienzan este jueves y lo hagan con un arancel de precios de entrada desde septiembre, tras comprobarse claramente que distorsionan la salida comercial de nuestras clementinas y mandarinas tempranas en el inicio de campaña.

Las naranjas sí están dentro del acuerdo, pero no así las mandarinas que habría que regular pues gozan de plena libertad tanto en cupos como en aranceles. Las mandarinas tienen un gran potencial de crecimiento para Sudáfrica, sobre todo las variedades actualmente con royalties elevados en la citricultura española, como la Orri, Tang Gold, Nadorcott o Leanri, así como híbridos ampliamente implantados en nuestra citricultura como la Clemenvilla. Las previsiones a futuro, en un estudio elaborado por LA UNIÓ, indican que las mandarinas de su segunda parte de campaña podrían entrar en cantidades elevadas a los mercados europeos, lo que dificultaría todavía más las ventas de nuestra cosecha de mandarinas más tempranas y de las clementinas.

LA UNIÓ considera que por una cuestión de proximidad y, por lo tanto, en aras a un menor impacto ambiental, es positivo mantener y proteger nuestras producciones de variedades tempranas, y que debido a ese solapamiento con la producción de Sudáfrica y a los problemas comerciales de las últimas campañas, han visto reducida su superficie y no sería bueno concentrar una sobreoferta en otros meses si se pierde el inicio de campaña. En este sentido Carles Peris, secretario general de LA UNIÓ, insiste en que “la Unión Europea debe ser capaz de regular y ordenar de forma específica la importación de productos agrícolas, en este caso cítricos, cuando el bloque europeo no sea deficitario y así no perjudicar con sus políticas los intereses de sus productores. De ahí que pidamos este cambio en el Acuerdo con las mandarinas”.

En ese estudio de LA UNIÓ se comprueba que es en septiembre cuando Sudáfrica aumenta los envíos de pequeños cítricos a los mercados europeos, con una media de 18.000 toneladas en ese mes durante las últimas campañas, subiendo a unas 25.000 t las dos últimas, y en un global de unas 64.000 t a lo largo de toda su campaña de exportación, con una media de unas 78.000 toneladas durante las dos últimas. En septiembre, justo cuando coincide con el inicio de nuestra campaña de comercialización, se produce casi el 27% de las importaciones de pequeños cítricos sudafricanos a la Unión Europea.

Las perspectivas futuras indican que Sudáfrica aumenta bastante su superficie de cultivo, con mayor intensidad y proporción en las variedades tardías o extratardías que están dirigidas fundamentalmente al mercado europeo. En los dos últimos años, su superficie de variedades de mandarina híbridas, fundamentalmente tardías, se ha incrementado en un 90 %, la de limones un 78% y la de clementinas en un 57%. Los mayores incrementos se producen en el grupo de mandarinas híbridas tardías o extratardías como la Nadorcott, Tang Gold, Leanri o la Orri que en dos años han duplicado su extensión. De hecho, entre los diez plantones más vendidos en Sudáfrica en los últimos años, ocho corresponden a variedades tardías o extratardías y ese aumento coincide con la firma del Acuerdo con la UE en 2016 y con la ampliación de fechas de entrada.

Extrapolando los datos a los próximos 3 o 5 años, Sudáfrica tendrá un potencial exportador de más de 800.000 t de mandarinas fundamentalmente tardías, lo que supondrá duplicar el actual volumen de exportación que está sobre las 342.000 t. En limones el potencial exportador, debido fundamentalmente también a que más del 80% de las plantaciones tienen menos de ocho años, será del doble del actual. Suficientes argumentos para que la Comisión Europea defienda sus producciones con la petición de LA UNIÓ de incluir las mandarinas y gravarlas con un precio de entrada desde septiembre.     

El estudio de LA UNIÓ también certifica que, durante el mes de septiembre, la Unión Europea tiene un exceso de disponibilidad de cítricos de alrededor de 15.300 toneladas. Ese tonelaje sería el sobrante de cítricos en los mercados, dado que el consumo de cítricos de ese mes queda cubierto con la producción europea y con las importaciones. Por tanto, no se pueden fomentar más estas importaciones porque cubrirían una demanda que actualmente ya está asegurada.

Tratamiento de frío a las importaciones

Además de esta novedosa petición, el secretario general de LA UNIÓ reclamará este miércoles en Bruselas la obligación de establecer el tratamiento en frío a las importaciones sudafricanas, para evitar la entrada de plagas tan dañinas como la Thaumatotibia leucotreta y su expansión en la citricultura europea.

“Ya tenemos suficiente con el Cotonet importado de Sudáfrica que estamos sufriendo en la mayor parte del territorio citrícola valenciano y que causa graves pérdidas económicas a los productores y un mayor esfuerzo inversor a las diversas Administraciones para su control y prevención. Un total de 157 interceptaciones en los años de vigencia del Acuerdo son demasiadas, ¿qué más debe pasar para que la Comisión Europea reaccione?”, señala Peris.