Pasar al contenido principal

El Plan Valenciano contra el Desperdicio Alimentario pretende reducir el volumen de alimentos rechazados

El Consell ha estudiado hoy el Plan Valenciano contra el Desperdicio Alimentario con una serie de objetivos. La realización de un diagnóstico del desperdicio alimentario en la Comunitat Valenciana. La identificación de los retos y oportunidades para concretar acciones adaptadas al territorio. Lograr la coordinación entre las administraciones públicas y agentes de la cadena de consumo para generar estrategias conjuntas. Y la realización de acciones de concienciación, sensibilización y visibilización, con el fin de implicar a toda la ciudadanía en un cambio de hábitos, son algunos de los principales objetivos del Plan.

El Consell aborda esta situación no solo por el conflicto ético que supone el rechazo de toneladas de alimentos cada año, sino también por su enorme impacto en el calentamiento global, ya que se estima que esta situación es responsable del 8% de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel mundial.

El Plan está enfocado principalmente a trabajar sobre la prevención, para hacer posible la reducción del volumen de alimentos rechazados a través de acuerdos voluntarios de la sociedad, dado que el desperdicio alimentario se origina en todos los eslabones de la cadena, desde la producción en el campo y hasta que los alimentos se consumen en los hogares.

Su carácter multidisciplinar busca trasladar a la ciudadanía la necesidad de un cambio de hábitos, para enfrentarse a los actuales retos hacia una transición justa, impulsar la economía circular y luchar contra el cambio climático. Su éxito dependerá del nivel de implicación asumido por el sector agroalimentario con un enfoque de cadena, al cual tendrán que sumarse otros sectores como el de gestión de residuos y ámbitos de trabajo, y el investigador y académico.

El informe establece cuatro grandes línea de trabajo. La primera de ellas es el diagnóstico del desperdicio alimentario y el desarrollo normativo para su reducción, en el que también se incluye la revisión del Plan Integral de Residuos (PIR). La segunda, es la concienciación, entre las que se incluyen la  realización de campañas dirigidas a diferentes colectivos, las tareas de formación y talleres informativos y la realización de concursos, premios, exposiciones y otras actividades similares.

La tercera línea de trabajo está destinada a fomentar la investigación y la innovación, pasando por un análisis del estado de conocimiento de esta realidad, impulsando su experimentación y la reutilización de residuos procedentes del desperdicio alimentario con finalidades diferentes al compostaje. La última línea busca impulsar diferentes iniciativas y proyectos que inspiren sinergias en esta área, como la creación de un catalogo de proyectos para la reducción del desperdicio alimentario, así como la de una red de trabajo en la Comunitat, entre otros.

Los trabajos para la elaboración de la propuesta de Plan Valenciano Contra el Desperdicio Alimentario se iniciaron en octubre de 2018, con una prospección sobre cómo se está abordando este desafío a escala europea, nacional y en otras comunidades autónomas. La misma, reflejó que países como Francia, Italia o España, van definiendo su estrategia nacional, en paralelo al mandato que en enero de 2012 lanzó la Unión Europea, advirtiendo del gran impacto económico, ambiental y social asociado al desperdicio alimentario.

Para hacer una reflexión transversal y analizar la cuestión del desperdicio alimentario en la Comunidad Valenciana, se organizó en Valencia la jornada ‘Diálogo de saberes sobre el aprovechamiento alimentario. Alimentando ideas por el desperdicio cero’, que contó con la asistencia de aproximadamente 150 expertos y cuyas conclusiones se han tenido en cuenta en la elaboración del informe presentado hoy ante el Consell.