Cultivo de uva de mesa sin semilla en invernadero
* Juan José Hueso Martín Investigador en la Estación Experimental Cajamar
El mercado de uva de mesa exige un suministro continuo a lo largo de todo el año de fruta homogénea en calidad (color, forma, calibre, etc.) y con buena aptitud para la conservación.
Los consumidores, por su parte, demandan una uva con buen aspecto externo y calidad gustativa (ausencia de semillas, buen sabor, color, firmeza, etc.) y obtenida con técnicas respetuosas con el medio ambiente.
Por último, los productores deben satisfacer la demanda de comercializadores y consumidores de manera que su actividad agrícola resulte rentable.
En este contexto, con el cultivo protegido de uva de mesa se puede conseguir adelantar y/o retrasar las producciones y ampliar el calendario de oferta, cubriendo los huecos en los que se obtienen los mejores precios, y sobre todo, aumentar la producción en cantidad y calidad, al mejorar el microclima en el entorno del cultivo y reducir la presión de plagas y enfermedades y las pérdidas por condiciones meteorológicas adversas (lluvia, granizo, viento, etc.).
Material vegetal, estructuras, manejo y técnicas de cultivo
Las variedades de uva que se cultivan en invernadero en España son en su mayoría sin semillas (apirenas) tempranas como ‘Superior’ o ‘Flame’ y de media estación-tardías como ‘Crimson Seedless’ o ‘Autumn Royal’.
Aunque estas variedades siguen siendo las más cultivadas, en los últimos años se han incorporado nuevos materiales, sobre todo variedades de media estación o tardías como ‘Autumn crips’, ‘Timpson’ e ‘Itumfive’, entre las blancas, ’Sweet Celebration’, ‘Allison’ y ‘Scarlotta’ entre las rojas, y ‘Adora seedless’, entre las negras.
También se han introducido algunas variedades muy precoces como ‘Ralli’, ‘Sugrafourteen’ o ‘Midnight Beauty’.
Las variedades apirenas requieren de un manejo y técnicas de cultivo específicas, que van desde tratamientos con giberelinas y otros compuestos para el aclareo y engorde de las bayas, anillado al tronco, y numerosas operaciones en verde sobre el dosel vegetal y los racimos desde la brotación hasta la recolección.
Los invernaderos usados para el cultivo de uva de mesa son tipo parral con cubierta multicapilla (raspa y amagado), cubiertos con malla o plástico. Este diseño, frente al parral plano, reduce el riesgo de colapso de la estructura ante una granizada, y con cubiertas plásticas, evita el rajado y las podredumbres de la uva provocadas por la caída del agua de lluvia en la zona de racimos y mejora la captación de luz.
La estructura de estos invernaderos la conforman soportes de madera o acero galvanizado ligados entre sí por su parte superior por una estructura inclinada flexible ejecutada con una malla doble de alambres que a su vez sujeta los materiales de cerramiento. La altura máxima es de 3,5 metros y en los laterales es de 2 metros.
La cubierta plástica suele extenderse solamente por el techo, dejando el amagado de la estructura sin cubrir a modo de ventanas cenitales y las bandas abiertas para conseguir una adecuada ventilación y evitar un exceso de temperatura que puede afectar al desarrollo del cultivo.
La cubierta plástica además suele ser temporal y su fecha de colocación depende del objetivo. Si se pretende adelantar la cosecha se coloca en enero, mientras que si lo que se quiere es retrasarla se instala a finales de agosto (envero) y puede emplearse un film de polietileno de mayor espesor que se recoge en los amagados tras la recolección y que sirve para varias campañas. Además, la cubierta plástica se usa para disminuir problemas de cuajado en algunas variedades (‘Superior’).
El sistema de conducción más empleado en España es el parral con el dosel de vegetación dispuesto en plano horizontal a 2 metros aproximadamente del suelo.
Los marcos de plantación suelen ser de 3,5 x 3,5 m, 3 x 4 m o 3 x 4,5 m (800 parras ha-1). La necesidad de reducir los costes de mano de obra para mantener la competitividad está obligando al sector a evaluar nuevos sistemas abiertos a dos aguas como en V, Y o T, como el ‘open gable’.
Resultados obtenidos con cultivo en invernadero
La uva de mesa comenzó a cultivarse bajo abrigo en Inglaterra y Francia. A mediados del siglo XIX se empezaron a comercializar en Inglaterra uvas procedentes de cultivo protegido.
En la década de los 70 se realizaron en Japón los primeros estudios encaminados a lograr una doble cosecha anual de uva de mesa en invernadero. Desde entonces la técnica de forzado en uva de mesa se ha difundido notablemente.
En Italia, todas las regiones productoras de uva de mesa han introducido esta innovación y en España, lo han hecho la Región de Murcia y Andalucía.
A nivel experimental, en la Estación Experimental de Cajamar (El Ejido, Almería), en colaboración con la Universidad de Almería (Grupo AGR-222), se han llevado a cabo desde 2002 ensayos para cultivar uva de mesa en invernadero de plástico totalmente cerrado.
El objetivo principal ha sido conseguir un adelanto de la cosecha más significativo que el logrado en cultivo semiforzado, para incrementar la rentabilidad, y también se ha explorado la posibilidad de obtener dos cosechas por campaña y retrasar la maduración.
A continuación, se detallan las técnicas aplicadas para conseguir adelantar la maduración en uva de mesa en invernadero:
- Fecha de poda: 45 días antes de la fecha esperada de desborre. (mediados de diciembre). En estas fechas las yemas están ya próximas a la salida del reposo invernal (endolatencia).
- Tratamiento con activadores del crecimiento con el objetivo de aumentar y homogeneizar la brotación, además de conseguir un cierto adelanto.
- Cubrir con plástico (semiforzado) o cerrar invernadero (forzado) para incrementar la temperatura y anticipar la brotación (desborre).
- En floración se elimina la cubierta de plástico, ya que la temperatura superior a 25ºC produce problemas de cuajado y mermas importantes en la cosecha. Esta decisión afecta a la precocidad final.
- En invernadero con ventilación se establece Tª de consigna de 25ºC durante floración y cuajado y de 30ºC durante el desarrollo y maduración. Menos pérdidas de precocidad.
La gestión del clima en el invernadero debe tener como premisas que la temperatura óptima para la brotación está en torno a 10 ºC, y que para el crecimiento y desarrollo de la vid se sitúa alrededor de los 25-30 ºC.
La combinación de ventanas laterales y cenitales es determinante dado que el dosel vegetal de este cultivo se dispone horizontalmente.
El cultivo en invernadero modifica notablemente la fenología y adelanta la recolección más un mes, sin ocasionar mermas en la cantidad y calidad de la cosecha. En ensayos realizados con ‘Flame seedless’ la brotación tuvo lugar a principios de enero en invernadero, la floración a finales de marzo y la cosecha se adelantó a principios de junio. Al aire libre, la brotación se produjo a mediados de marzo, la floración en mayo y la recolección a mediados de julio.
Con el cultivo bajo plástico la cosecha es más uniforme y de mayor calidad, y el consumo de agua se reduce del orden de un 30 % (470 vs 320 mm). También se mejora el control de oídio y podredumbres (Botritys) con la adecuada gestión del clima, gracias al control de la humedad, y es más fácil la implantación de sistemas de producción integrada (sublimadores de azufre para oídio y ácaros) y control biológico (para trips y melazo). El invernadero también protege las uvas frente a lluvia (rajado y podredumbres), granizo y los daños por pájaros.
El significativo adelanto de la cosecha conseguido mediante el cultivo en invernadero plástico cerrado abre la posibilidad de obtener dos cosechas anuales, algo que hasta ahora sólo ha sido posible al aire libre en los trópicos.
Por último, se ha estudiado el efecto de la combinación de diferentes técnicas de cultivo en variedades tardías para retrasar la maduración y así extender el calendario de recolección hasta fin de año. Las técnicas combinadas fueron: retrasar la fecha de poda, incrementar la carga, cubrir el invernadero con plástico en envero y embolsar los racimos. Se consiguió retrasar la maduración hasta 24 días.
Referencias Bibliográficas
Alonso, F.; Hueso, J. J.; Navarro, J. L. y Cuevas, J. (2003): "Efectos de la cobertura plástica sobre la precocidad del cultivar de uva de mesa apirena Flame Seedless; en Actas de Horticultura (39); pp. 444-446.
Alonso, F.; Hueso, J. J., González, M.; Sacot, P. y Cuevas, J. (2007): "Efecto de distintas dosis de cianamida de hidrógeno sobre la brotación y fertilidad de la variedad de uva de mesa ‘Flame Seedless’ cultivada bajo plástico"; Actas de Horticultura, (48); pp. 174-177.
Hueso, J.J., Alonso, F., Pinillos, V. y Cuevas, J. 2012. Cultivo protegido de especies frutales. Cuaderno de Estudios Agroalimentarios (vol. 3): 139-160.