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¿Sabes cuáles son los síntomas de la Xylella fastidiosa?

La Xylella fastidiosa invade, según nos explican desde la Red de Alerta e Información Fitosanitaria de Andalucía (RAIF), el xilema de la planta hospedadora. Su multiplicación en el interior de los vasos puede llevar a la obstrucción del flujo de savia bruta, principalmente agua y sales minerales. Los síntomas varían de unos hospedantes a otros. En algunos casos, se corresponden con los síntomas típicos de estrés hídrico: marchitez o decaimiento generalizado; en casos más agudos, la seca de hojas y ramas, y, finalmente, la muerte de toda la planta. En otros casos, los síntomas se corresponden más a los provocados por ciertas deficiencias de minerales, como clorosis internervial o moteado en hojas.

El síntoma más característico es el quemado de la hoja o brotes. Una parte verde se seca de repente, volviéndose marrón mientras los tejidos adyacentes permanecen amarillos o rojos. La desecación se extiende con facilidad pudiendo ocasionar el marchitamiento total y la caída de la hoja.

Este tipo de síntomas también se pueden producir por otras causas no asociadas a ninguna plaga (agentes abióticos o medioambientales): estrés hídrico, viento, salinidad, exceso de nutrientes, etc. La diferencia entre los síntomas producidos por estas causas y los ocasionados por la presencia de Xylella fastidiosa radica en que cuando se deben a causas abióticas o medioambientales, el quemado de hojas suele ser generalizado, afectando tanto a las partes jóvenes como a las más viejas, y suele observarse en todas las plantas del mismo lote, puesto que se han desarrollado en las mismas condiciones.

En los brotes afectados en olivo también se ha observado un oscurecimiento de los vasos del ximela al realizar un corte transversal de los mismos.