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Horticultores de AVA alertan de la masiva presencia de pájaros que ponen en peligro los cultivos de l'Horta

Horticultores de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) denuncian la presencia masiva de aves que ponen en peligro la producción de los cultivos en la Huerta de Valencia. Palomas, cotorras, estorninos y tórtolas están causando cada vez más estragos en los campos, en algunos casos alcanzan una afección del 30% de la cosecha, lo que dispara la preocupación de los agricultores.

AVA-ASAJA constata crecientes daños en áreas agrícolas de Borbotó, Carpesa, Poble Nou y Castellar. Los productores informan de que grandes bandadas de pájaros descienden sobre los campos de hortalizas, especialmente lechugas, nabicoles (‘napicol’), alcachofas, chufa y patatas. Los daños directos más frecuentes se producen por las picadas de las aves a las plantas superficiales, pero también ocasionan perjuicios indirectos al escarbar el terreno cultivable e ingerir los trozos de grano presentes en la gallinaza que se echa para abonar los cultivos, lo que reduce el aporte nutricional a los mismos.

Vicente Sebastià, responsable de la sectorial de hortalizas de AVA-ASAJA, cifra entre el 30 y el 40% la producción que puede llegar a verse afectada por la invasión de estos animales silvestres: “Las aves suelen situarse en terrenos que se encuentran alejados de los núcleos de población, sobre todo en aquellos cercanos al tendido eléctrico. Se colocan encima del cableado y de ahí bajan a alimentarse de los cultivos próximos”, asegura. La presencia de estas especies es habitual durante todo el año, pero experimentan un incremento durante las Fallas debido a que huyen del ruido de los espectáculos pirotécnicos de la ciudad.

Sebastià indica que “en los últimos dos o tres años la situación ha empeorado, están devorando nuestras cosechas, y no parece que haya fin a esto. Trabajamos sin descanso para cultivar nuestros productos, y ahora nos enfrentamos a pérdidas considerables debido a estas aves”.

Como medida preventiva, los horticultores han tenido que recurrir a la colocación de diversos tipos de espantapájaros para disuadir a los animales. Antonio Balaguer, delegado de Borbotó de AVA-ASAJA detalla que las aves “están afectando la calidad de nuestros cultivos y reduciendo la producción. Estamos probando diferentes métodos para ahuyentarlas, pero es una batalla constante. Los repelentes ya no sirven y tenemos muchas veces que cambiar de sitio los dispositivos al perder efectividad”.

Los horticultores solicitan a las administraciones una ampliación del permiso de caza, actualmente establecida en dos días por semana, para poder hacer reducir la presencia de las aves. AVA-ASAJA asimismo reitera a las administraciones que estudien y pongan en marcha otras actuaciones que estimen oportunas para aliviar las pérdidas que sufre el sector agrario a causa de la fauna salvaje.