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El Consejo Económico y Social Europeo reclama más apoyos para los agricultores y ganaderos

La rentabilidad de las explotaciones y la viabilidad económica es un problema grave en la UE, donde los ingresos de los agricultores en promedio ascienden a solo el 46,5% de los de otros sectores económicos.

En esta valoración sobre la profesión agrícola y el desafío de la rentabilidad , el Consejo Económico y Social de la Unión Europea, CESE, expresa su apoyo al fortalecimiento del papel de los agricultores. El mensaje clave es que los agricultores no pueden permanecer pasivos y permitir que otros operadores de la cadena reclamen una parte desproporcionada de las ganancias.

Arnold Puech d'Alissac , relator de la opinión, subrayó que "debemos ser razonables y tener un enfoque positivo del problema, ayudando a los agricultores a obtener una parte justa de las ganancias del mercado, haciendo que la profesión sea más atractiva para las próximas generaciones".

 

Despoblación de áreas rurales y renovación generacional.

La agricultura se está volviendo cada vez menos atractiva. Se está desanimando a las nuevas generaciones para que asuman sus negocios familiares y, en cambio, abandonan las áreas rurales en favor de las grandes ciudades. Esto, a su vez, pone en peligro una profesión que, según Eurostat 2018, ha estado en fuerte declive durante muchos años.

Quizás no sea sorprendente que los agricultores sean típicamente varones y relativamente viejos. En 2016, el 71.5% de los agricultores eran hombres y solo uno de cada diez gerentes agrícolas (10.6%) era un joven agricultor menor de 40 años.

Esta situación tiene un profundo impacto en el desarrollo del sector agrícola en términos de su atractivo general para las nuevas generaciones, los recién llegados, los actores externos, los inversores y los posibles apoyos  bancarios. También evita el desarrollo de sinergias con otros sectores económicos e intensifica el problema de la renovación generacional en las áreas rurales.

Por lo tanto, los jóvenes agricultores necesitan con urgencia un fuerte apoyo para enfrentar las dificultades que implica comenzar, como el acceso a la tierra y las finanzas, así como para implementar soluciones tecnológicas innovadoras en las fincas. En este sentido, la función de subsidiariedad del segundo pilar de la PAC debe preservarse y fortalecerse en la nueva PAC.

 

Cambio climático

Los agricultores son uno de los grupos más vulnerables al cambio climático, afirman desde el CESE. Por ejemplo, experimentan directamente sus efectos crecientes, tienen que adaptar los tiempos de cosecha y a menudo se enfrentan a heladas tempranas y tardías, incendios, inundaciones y sequías. Por lo tanto, las medidas de adaptación efectivas son cruciales para la viabilidad a largo plazo de la agricultura.

Para abordar este problema global, la UE busca cumplir no solo con los objetivos del Tratado de Lisboa sino también con el Acuerdo de París sobre el clima y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, estableciendo objetivos importantes para el sector agrícola de la UE que deben alcanzarse entre 2030 y 2000. 2050.

Los agricultores de la UE están listos para enfrentar estos desafíos, siempre que estén equipados con las herramientas adecuadas.

La investigación y la innovación son clave aquí, al igual que la educación permanente para impulsar la modernización, incluida la mejora del uso de las nuevas tecnologías.

Las nuevas tecnologías jugarán un papel crucial en:

  • Produciendo más y mejor usando menos recursos. Esto será necesario para superar uno de los mayores desafíos de las próximas décadas, es decir, la necesidad de alimentar a una creciente población mundial. Se estima que, para 2050, la población mundial será de 9.700 millones y, si la tendencia continúa, los cultivos deberán duplicarse al menos;
  • abordar el cambio climático, combinando calidad con sostenibilidad de manera efectiva.

Por lo tanto, la "caja de herramientas" debe incluir un marco de políticas positivo y fácil de usar, nuevas tecnologías, estrategias de gestión del agua (incluso para el almacenamiento y el riego) y un sólido presupuesto de la PAC que sustente los esfuerzos adicionales que a menudo requieren las medidas de mitigación y sostenibilidad.

 

Ingresos en el sector agropecuario

Según la hoja informativa de la Comisión Europea publicada en marzo de 2017, la distribución del valor agregado en la cadena alimentaria es de aproximadamente el 25% para el agricultor, el 25% para el procesamiento de alimentos y el 50% para el comercio minorista de alimentos y los servicios de alimentos.

La UE necesita una cadena de suministro de alimentos justa, transparente, que funcione bien y que sea equitativa, que sea buena para los agricultores y todas las partes interesadas, incluidos los procesadores, los minoristas y, sobre todo, los 500 millones de consumidores en la UE.

A nivel nacional, se debe considerar un enfoque de negociación de mercado inverso, estableciendo cadenas de valor que tengan como objetivo dar a los agricultores un ingreso mensual de dos veces el salario mínimo.

 

Volatilidad de precios y aparición de nuevos mercados

Las prácticas comerciales desleales en la cadena alimentaria deben abordarse para que los agricultores tengan una mejor oportunidad de obtener la cuota del mercado que se merecen. Por ese motivo, es importante implementar un marco regulatorio en la UE que proteja a los proveedores.

El sistema agrícola familiar, tan valorado por los consumidores europeos, necesita buenas políticas y una regulación justa y razonable. También requiere una legislación sólida y eficaz que ayude a mitigar la grave amenaza de la extrema volatilidad de los precios y el desequilibrio cada vez mayor del poder en la cadena de suministro. El grupo de trabajo de mercados es un paso en esta dirección pero debe fortalecerse aún más.

También se debe garantizar una estrategia de exportación ambiciosa y acuerdos comerciales equilibrados para preservar la competencia leal. Esto es importante para compensar a los agricultores de la UE, que ya se adhieren a los estándares de producción más altos del mundo, cuando están expuestos a precios mucho más bajos en productos agrícolas importados producidos de acuerdo con diferentes estándares de producción.

Por lo tanto, es urgente garantizar una política agrícola estable y simple con medidas a largo plazo y un presupuesto sostenible de la PAC que mantenga tanto el primer pilar como el segundo, así como los pagos directos, garantizando así una vida digna para los agricultores y sus familias.