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ASAJA Alicante estima las pérdidas por las heladas en 22 millones de euros

La borrasca Ciril ha enterrado las expectativas de corregir un mal año que empezaban a tener miles de agricultores tras las lluvias de marzo. La ola de frío polar que ha sucedido al temporal de lluvias ha arrasado en una sola noche con la mitad de la cosecha de fruta de hueso y ha sentenciado entre el 70 y el 80% de la producción de almendra y cereza de la provincia. Antonio Gascón, responsable de Seguros Agrarios de ASAJA Alicante, calcula en una primera estimación que la helada ocurrida la madrugada del domingo 3 de abril ha causado pérdidas de más de 22 millones de euros para la agricultura alicantina. "Hay que lamentar que muchos agricultores no tienen seguro contratado", señala el técnico de la organización.

Según los registros de los observatorios del clima de la provincia, la temperatura alcanzó valores negativos durante la madrugada del 2 al 3 de abril, alcanzando los -2,7 grados en Villena y llegando a superar los -4 durante muchas horas en otros puntos del interior. La helada dañó amplias zonas de cultivo de las comarcas del Alto Vinalopó, L'Alcoià, El Comtat y algunos puntos de la Marina Alta.

Los cultivos más afectados han sido los frutales de hueso (melocotón, cereza, albaricoque y, en menor medida, la ciruela) y el almendro.

El frío acaba con el 70% de la cereza

En el cerezo, considerando que la superficie cultivada en estas comarcas suma 1.722 hectáreas con una producción estimada de 5.650 toneladas, existen muchas parcelas con daños cercanos al 100% de la producción. En una primera estimación, Gascón calcula daños medios cercanos al 70%, lo que supondría unas pérdidas de alrededor de 4.000.000 kg. "Con un precio medio en campo de 1,8 euros por kilo de cereza, la masa de aire frío habría causado pérdidas por valor de 7,2 millones de euros", sostiene.

Casi 12 millones de pérdidas en almendro

En lo que se refiere al almendro, la superficie de cultivo afectada en las comarcas mencionadas ronda las 9.000 hectáreas, de las que alrededor de un 80% se han visto afectadas por la ola de frío. "Dado que la producción estimada es de 7.000 toneladas, podríamos considerar unas pérdidas de 5.600.000 kg. Con un precio medio en campo de 2,10 euros por kilo de cáscara, suponemos unas pérdidas valoradas en 11,76 millones", apunta el especialista de ASAJA Alicante.

Ciril congela media cosecha de fruta de hueso

En el caso del albaricoque y melocotón, en la zona afectada por la helada se cultivan aproximadamente 415 hectáreas con una producción potencial estimada de 6.300 toneladas. Según Gascón, "los daños estimados para estos cultivos podrían estar en el entorno del 50%, lo que supondría unas pérdidas de 3.150.000 kg. Su precio medio en campo ronda los 0,80 euros por kilo, por lo que la helada costará unos 2,52 millones de euros en pérdidas".

Cuatro días después del episodio, la ciruela parece ser el cultivo menos afectado. La superficie de cultivo es de 270 hectáreas que producen unas 5.000 toneladas. "Los daños podrían estar en el entorno del 30% de la producción, lo que supondría unas perdidas de 1.500.000 kg y una valoración económica de 750.000 euros, tomando en consideración un precio medio en campo de 0,50 euros por kilo", prevé el responsable de Seguros Agrarios de ASAJA Alicante.

Pendientes del olivar

La producción de olivar del interior de la provincia de Alicante también se podría haber visto afectada por los últimos fenómenos climatológicos. En este caso, los repetidos episodios de lluvia han producido un exceso de humedad que está provocando la defoliación de los olivos. Esta incidencia presenta gravedad dada la proximidad de la floración. La organización considera que es necesario esperar para evaluar daños reales y observar si la floración se va a ver mermada por la formación de hoja nueva.

Sin daños en la Vega Baja

Por contra, la comarca sur de la provincia no se ha visto afectada por los efectos de la borrasca. Con mínimas de cinco grados durante el fin de semana, la posición litoral de la vega ha protegido la cosecha de cítricos, frutales, almendra y hortaliza de una helada que ha comprometido de forma severa toda la producción agrícola del interior peninsular y la Europa continental.

En este sentido, el presidente de ASAJA Alicante, José Vicente Andreu, ha defendido la ubicación estratégica de esta zona. "Los regadíos de la Vega Baja son la zona más segura para la producción alimentaria. La ola de frío polar ha arrasado toda la fruta y la almendra desde Andalucía hasta los Alpes, incluyendo la costa mediterránea de Francia. Que la huerta de Europa es una garantía de seguridad alimentaria para el continente es algo que hemos comprobado en muchas ocasiones y que, por desgracia, vemos todos menos el Gobierno de España y la ministra Ribera, que están decididos a romper el trasvase Tajo- Segura por la vía del incremento de los caudales ecológicos y cercenar la agricultura de esta zona para siempre”, señala Andreu.