Pasar al contenido principal

SEAE habla de paso histórico para la eliminación del uso de plaguicidas en Europa

La iniciativa "¡Salvemos a las abejas y a los agricultores! Hacia una agricultura respetuosa con las abejas para un medio ambiente sano" se ha convertido en la séptima Iniciativa Ciudadana Europea (ICE) con éxito pues ha conseguido reunir el umbral de un millón de firmas válidas de al menos siete Estados miembros. Este hecho permite presentar las demandas de la ICE ante el Parlamento Europeo y exigir, con el apoyo de los más de 1,1
millones de ciudadanos que han firmado la iniciativa, la eliminación progresiva de los plaguicidas sintéticos y la recuperación de la naturaleza en las zonas agrícolas. La Sociedad Española de Agricultura Ecológica y Agroecología (SEAE) ha participado en la recogida de firmas y sensibilización sobre la temática. 

Como siguiente paso, los organizadores de la ICE serán invitados por la Comisión Europea para, en un plazo de 3 meses (hasta el 7 de abril), celebrar una audiencia en el Parlamento Europeo en el que puedan presentar las demandas. La Comisión deberá presentar su respuesta oficial, en la que expondrá las medidas que piensa tomar: si proponer legislación, tomar otras medidas no legislativas o no actuar. Esta iniciativa demuestra que la ciudadanía
europea puede contribuir a crear políticas europeas.

Las demandas de la ICE son:
● La eliminación del 80% del uso de plaguicidas sintéticos para 2030 y del 100% para
2035
● La recuperación de la biodiversidad en las tierras agrícolas
● Apoyo financiero a los agricultores para la transición hacia prácticas agroecológicas

Martin Dermine, principal representante de esta ICE y director ejecutivo de PAN Europa, ha señalado: "Esta es la séptima ICE que tiene éxito y ya es la segunda contra los plaguicidas. Es una señal democrática para que los responsables de la UE y los países escuchen a los ciudadanos y se alejen de los plaguicidas tóxicos. Los agricultores/as y la ciencia han demostrado que la agroecología puede alimentar al mundo sin productos químicos. Ya es hora de que nuestros políticos dejen de escuchar a la agroindustria y empiecen a trabajar
por el futuro de nuestros hijos."

Helmut Burtscher-Schaden, representante principal adjunto de la ICE (GLOBAL 2000, Amigos de la Tierra Austria) ha añadido: "En muchos países de la UE, los ministerios de agricultura parecen tener una fe malsana en las bondades de la agroindustria o una relación demasiado estrecha. Por ello, pretenden impedir cambios que liberen a nuestro sistema alimentario de su dependencia de los productos químicos". Sin embargo, la recogida de un millón de firmas válidas durante la pandemia de Covid es una fuerte señal para la transición hacia una agricultura respetuosa con el clima y las abejas".

La fuerte voz de la sociedad civil marca el fin de una era en la que las decisiones sobre nuestro medio ambiente a nivel comunitario y nacional estaban dominadas por los productores de productos químicos. Desde los años sesenta, la Revolución Verde ha empujado a los agricultores a utilizar semillas patentadas, altas dosis de fertilizantes artificiales y una cantidad cada vez mayor de plaguicidas sintéticos. Estos insumos hacen que
la agricultura intensiva sea totalmente dependiente de los agroquímicos y de los combustibles fósiles. Los agricultores hacen el trabajo, pero son los comerciantes y la industria, así como sus accionistas, los que cosechan los beneficios. Los organizadores de esta ICE piden un cambio: ¡los agricultores/as merecen unos ingresos decentes con precios justos y un futuro saludable para su explotación y su familia!"

El modelo de agricultura química tiene un alto precio para la sociedad. La biodiversidad se está colapsando, nuestros suelos están agotados, el agua está contaminada, los agricultores están siendo envenenados y nuestra salud está en riesgo por los residuos de plaguicidas en nuestros alimentos. Nuestro paisaje se ha vuelto tóxico debido a la expansión de los monocultivos industriales.

Actualmente, las instituciones de la UE están debatiendo una nueva ley de reducción de plaguicidas que regulará su uso durante muchos años. El resultado tendrá enormes repercusiones sobre la naturaleza y la salud en Europa. El lobby de los plaguicidas teme una disminución de sus ingresos y sus aliados están levantando fuertes protestas en muchos países.

Hace sesenta años, Rachel Carson publicó su famoso libro Primavera Silenciosa. Dio al mundo una importante advertencia: el uso de plaguicidas llevará a un mundo muerto. Plaguicidas como el DDT fueron prohibidos, pero perdimos la oportunidad de tomar "el otro camino" que ella describe en el último capítulo de su libro. En su lugar, los plaguicidas fueron sustituidos por otros nuevos, a menudo incluso más tóxicos para los insectos y el medio ambiente que el DDT. Ahora estamos en el Pico de Plaguicidas, el mundo nunca ha utilizado tal cantidad de plaguicidas.

Sesenta años después podemos ver claramente la llegada de la Primavera Silenciosa, con un fuerte descenso de las poblaciones de insectos y aves en muchas zonas. La fuerte voz de los ciudadanos que respaldan nuestra ICE es un homenaje a la obra de Rachel Carson. Necesitamos urgentemente un cambio de paradigma para detener esta guerra contra la naturaleza y el sistema de la muerte. Eso es lo que pide ahora un millón de europeos. No queremos una Primavera Silenciosa. Queremos devolver la vida, las flores y los insectos a los campos. El futuro de la agricultura está en trabajar con la naturaleza, no en destruirla.

Somos "SAVE BEES SAVE FARMERS"

La Iniciativa Ciudadana Europea fue organizada por Générations Futures (Francia), Global 2000 (Austria), Aurelia Stiftung, BUND y el Umweltinstitut München (Alemania), Romapsis (Rumanía) y las organizaciones europeas Beelife, Amigos de la Tierra Europa, Pesticide Action Network PAN Europe, Slow Food International y la Asociación Europea de Apicultores Profesionales. La propuesta recibió el apoyo de más de 200 organizaciones de todos los
países de la UE, entre ellas SEAE (Sociedad Española de Agricultura Ecológica y Agroecología). En todos los Estados miembros se recogieron firmas con los datos personales requeridos formalmente. Diez países alcanzaron el umbral mínimo establecido por la UE y, junto con el número total de firmas válidas, esto lo convierte en una petición oficial en la agenda de la Comisión Europea y el Parlamento.
 

www.savebeesandfarmers.eu