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La CHJ certifica la normalidad de los riegos agrícolas para esta campaña estival

El Real Decreto 927/1988, de 9 de julio, por el que se aprueba el Reglamento de la Administración Pública del Agua y de la Planificación Hidrológica, en su artículo 46.1, establece que la Comisión de Desembalse ha de celebrar una sesión ordinaria durante la primavera, con el objeto de definir los programas de desembalse, vistas las necesidades ambientales y de los usuarios, y en función de la situación de los recursos disponibles en los embalses y en cumplimiento de los resguardos estacionales mensuales, en previsión de futuras avenidas, establecidos en las normas de explotación de dichos embalses.

De acuerdo con ello, durante los días 21, 25, 27 y 28 de abril se han celebrado las sesiones relativas a los embalses de doce secciones de explotación: Marina Baixa, Serpis, Tibi, Turia, Arquillo de San Blas, Palancia, Júcar-Cabriel, Magro, Almansa, Mijares, Cenia y Onda, que se han desarrollado con normalidad gracias a la implicación y buena disposición por parte de los representantes tanto de los usuarios como de las Administraciones. Constituyen la segunda ronda de sesiones del presente año hidrológico 2022-2023.

Durante las sesiones se ha informado a los usuarios sobre la evolución y situación pluvio-hidrológica actual, que, ante la falta de lluvias durante los últimos meses, coloca la precipitación media en la Demarcación en el periodo transcurrido del presente año hidrológico, en 174 mm, valor claramente por debajo de la media de los últimos 32 años hidrológicos a fecha actual (232,5 mm), así como muy por debajo de la del año hidrológico anterior (308 mm).

A pesar de esto y gracias a la excelente pluviometría del año pasado y a una gestión eficiente y un buen uso, el volumen actual almacenado en el conjunto de los embalses explotados por la Confederación Hidrográfica del Júcar, O.A., es de 1.750 hm3, lo que supone algo más del 60 % de la capacidad total de embalse de la Demarcación. Este valor supera la media de los últimos 10 años (1.522,30 hm3), y está asimismo muy por encima de los valores medios de los últimos 20 y 5 años (1.386,30 hm3 y 1.469,20 hm3, respectivamente). La situación, por tanto, de volumen total almacenado puede considerarse como buena, siendo el quinto mejor año de la serie de los últimos 32 años, ligeramente inferior a la del año hidrológico anterior (1.771 hm3).

La situación hidrológica, con todo lo indicado, da lugar a un ligero empeoramiento, a nivel global, de los indicadores tanto de sequía prolongada (meteorológica, asociada a las precipitaciones del último año) como de escasez (relacionados con la atención de las demandas), de acuerdo con el Plan Especial de Sequía. En cuanto a la sequía prolongada, todos los sistemas de explotación están en el escenario de normalidad a excepción del Palancia-Los Valles, que ha entrado en esta situación durante el pasado mes de marzo. En lo relativo a los indicadores de escasez, todos los sistemas siguen en un escenario de normalidad, aunque con tendencias a la baja debido a la excepcional falta de precipitaciones de los últimos meses.

De acuerdo con la situación descrita en los embalses, vistas las demandas de los usuarios y tenidas en cuenta las simulaciones que se manejan en cuanto a hipótesis de precipitaciones y consumos previstos para los próximos meses, se prevé que tanto los caudales ecológicos como las demandas relativas a los derechos concesionales de los distintos usuarios, en especial los de riego agrícola, se verán atendidas con normalidad durante la presente campaña estival.

La Confederación recalca y agradece el hecho de que los usuarios, conscientes de que, en caso de persistir la ausencia de precipitaciones, la situación podría complicarse, han mostrado su buena disposición a seguir haciendo un uso racional y eficiente de los recursos hídricos disponibles, en un prisma de ahorro de cara a los próximos meses y al año próximo.

Como en años precedentes, la Confederación llevará a cabo un seguimiento riguroso de la situación por cuanto pudiera derivarse la necesidad de adoptar medidas, en función de la evolución de las circunstancias meteorológicas, para lo que se convocarían nuevas sesiones de la Comisión de Desembalse.