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El próximo martes 28 de febrero concluye el plazo para asegurar la próxima cosecha de frutales

El próximo martes, 28 de febrero, termina el plazo para asegurar la cosecha de frutales 2023 a través de las modalidades que incluyen cobertura de todos los riesgos climáticos, entre ellos la helada, que en la pasada cosecha dejó daños de casi 190 millones de euros, y se convirtió en la principal causa de indemnizaciones para los fruticultores asegurados.

El final del plazo de suscripción incluye a importantes zonas productoras de nuestro país (Navarra, La Rioja, Aragón, Cataluña y la Comunitat Valenciana), así como todo el norte peninsular (salvo la comarca leonesa de El Bierzo, cuyo plazo finaliza el 10 de marzo). Por tanto, es una fecha muy importante para el sector, ya que la implantación del seguro en Cataluña y Aragón supera el 80% de la producción (con un capital asegurado de 317 millones de euros en Cataluña y 204 millones en Aragón). La Rioja y Navarra también alcanzan cifras positivas de aseguramiento, superiores al 70% de la producción.

Además, más del 80-90% (según zona) de los fruticultores asegurados suscriben su póliza en los módulos 1 y 2, las opciones de aseguramiento que ahora terminan su plazo de suscripción y ofrecen coberturas más amplias, incluyendo los daños por helada o pedrisco, los siniestros más habituales.

240 millones de euros en indemnizaciones en 2022

Las indemnizaciones del seguro agrario para compensar los siniestros en frutales (albaricoque, ciruela, manzana, melocotón, nectarina, paraguayo, pera y platerina) alcanzaron los 240 millones en 2022, un 66% más que el año anterior, según los datos recogidos por Agroseguro. El total de superficie afectada alcanzó las 80.500 hectáreas. Por ámbito, el valle del Ebro es la zona que concentró los mayores daños e indemnizaciones, con 90,5 millones abonados a los fruticultores de Cataluña, y 71,8 millones en Aragón.

Estas cifras se deben a la helada registrada a comienzos de abril, responsable de elevadas pérdidas de producción en frutales en floración o en estadios iniciales de crecimiento de frutos. No solo la baja temperatura alcanzada (hasta -8 ºC en puntos del interior) incidió en la gravedad de los siniestros, sino también su persistencia durante varias noches consecutivas. En total, se registraron daños por helada en el 82% de la superficie frutal asegurada en Cataluña y el 60% de la aragonesa.

Importantes mejoras en el seguro de frutales

De cara a la cosecha 2023, el seguro de frutales presenta importantes mejoras encaminadas a mantener su equilibrio técnico sin realizar perjuicios masivos a los productores tras el siniestro del pasado año, evitando que más del 95% de los fruticultores se vean perjudicados por la alta siniestralidad del 5% restante, focalizando los principales ajustes en estos últimos.

Para ello, se han introducido mejoras en la calidad de los datos de contratación para realizar una asignación de rendimientos más adecuada para cada agricultor. Además, y con el objeto de no penalizar a los asegurados, se ha aplicado una excepción para la campaña actual en Aragón y Cataluña, consistente en no tener en cuenta (para realizar el cálculo del rendimiento) los efectos de la última helada, por su carácter excepcional en ambas regiones. Gracias a ello, la producción asegurable apenas se ve afectada, con un descenso del 0,03% en Cataluña y del 1% en Aragón.

La realidad climática presenta un aumento de los fenómenos meteorológicos graves a lo largo de la última década. En concreto, el año 2022 terminó con doble máximo histórico: mayores indemnizaciones abonadas (769 millones) y la cifra más alta abonada a los agricultores asegurados en una línea de seguro (frutales, 240 millones). Ante esta situación, se constata la utilidad y eficacia del seguro agrario para garantizar el futuro y viabilidad de las explotaciones agrícolas y ganaderas.